¿Has sentido dolor al abrir la boca, masticar o incluso al hablar? ¿Escuchas chasquidos o tronidos en la mandíbula? Podrías estar enfrentando un trastorno de la articulación temporomandibular (ATM), un problema frecuente pero poco comprendido en el campo de la odontología.
La ATM es una articulación compleja que conecta la mandíbula con el cráneo y permite funciones esenciales como hablar y comer. Sin embargo, millones de personas sufren trastornos temporomandibulares (TTM) sin un diagnóstico claro ni un tratamiento efectivo. ¿Por qué? La respuesta está en la falta de formación y especialización en este ámbito dentro de la odontología tradicional y la medicina general.
En países de Latinoamérica, la mayoría de los programas de formación dental no abordan los TTM de forma específica. Esto deja a los pacientes en un limbo médico, rebotando entre especialistas como neurólogos, otorrinolaringólogos o reumatólogos, sin obtener soluciones reales. Incluso los cirujanos maxilofaciales, comúnmente asociados a la ATM, están entrenados principalmente en cirugía ósea, no en el manejo funcional de estos trastornos.
El rol de la ortodoncia en los trastornos de la ATM
Aunque no se hable lo suficiente, muchos trastornos de la ATM están directamente relacionados con problemas de oclusión dental: cuando los dientes no encajan correctamente. Aquí es donde entra la ortodoncia. Un ortodoncista puede identificar puntos de contacto prematuros entre los dientes que generan presión anormal sobre la ATM y los músculos asociados, causando dolor, bloqueo articular o chasquidos.
La solución comienza muchas veces con una guarda oclusal: un dispositivo que simula una mordida ideal para desinflamar y estabilizar la articulación. Sin embargo, esto es solo el primer paso. El tratamiento completo debe incluir posteriormente un proceso de ortodoncia para corregir la posición dental de forma permanente, evitando la dependencia continua de la guarda.
Testimonio real: de vivir con dolor crónico a recuperar la calidad de vida
Linda Cristal, una paciente que sufrió por años de dolor mandibular, cuello rígido y malestar general, ilustra la gravedad del problema. Su búsqueda de respuestas la llevó por múltiples especialistas sin éxito, hasta que llegó a un dentista especializado en ortodoncia con enfoque en ATM. Gracias a una guarda personalizada y un tratamiento progresivo, su calidad de vida cambió radicalmente.
Este tipo de casos se repite a diario y subraya la necesidad urgente de más conciencia, formación y colaboración multidisciplinaria dentro del mundo de la odontología.
¿Cómo saber si tienes un trastorno de la ATM?
- Dolor en la mandíbula, cuello o cabeza
- Dificultad o dolor al masticar
- Ruidos articulares (chasquidos o tronidos)
- Bloqueo mandibular
- Cambios en la alineación de los dientes
Si experimentas alguno de estos síntomas, acude a un profesional que tenga formación específica en ortodoncia funcional y ATM. No todos los dolores se resuelven con analgésicos o cirugías invasivas; a veces, la clave está en cómo encajan tus dientes.